Don
Johnny Araya Monge dice estar orgulloso de su labor como alcalde durante 21
años en la Municipalidad de San José. ¡Se
necesita vivir en “United States of Escazú”, viajar en auto, llegar al trabajo en la “muni”,
encerrarse ahí y salir de nuevo hacia la casa o hacia los restaurantes del
sector “high” para decir que está orgulloso de la destrucción del centro de San
José!
No vamos
a reproducir aquí porque no hay pruebas lo que algunos trabajadores de la
“muni” o muchos taxistas susurran
a los cuatro vientos acerca del negocio de la importación de pólvora para los
juegos artificiales o cierta fábrica de adoquines para los “bulevares”. Vamos a referirnos a lo que se ve, a
lo que está expuesto a los ojos de quienes tenemos por obligación -no por placer-
que andar por “Chepe”, por el centro de la capital.
Quienes
recorremos, día tras día, semana
tras semana, año tras año, el
centro de la capital no podemos sentirnos orgullosos de lo que vemos. Hace unos diez años, un taxista
madrileño que había vivido aquí varios meses, trasladó unos amigos ticos que
estudiaban en Madrid y al captar el acento tico les preguntó al mejor estilo
español: "¿Cómo un país tan bonito como Costa Rica tiene una ciudad
tan fea?"
Si ese
taxista volviera ahora ya no diría fea, diría horrorosa y maloliente, ¿Dónde se ha visto que el centro de la
capital de cualquier país del mundo se convierta en un
estacionamiento? Ese
es el principal legado de don Johnny Araya: parqueos, casinos, barcillos o
hoteles de muy dudosa reputación.
Empecemos
el recorrido por el sector oeste, para decirlo en dirección tica, arriba del
Parque Nacional en la calle 21 ave. 3, frente a la “Northen” tiene el primer
parqueo; no se impaciente,
camine 100 m y en la calle 19, ave. 1, tiene 4 (3 esquinas con parqueos y uno a
mitad de la cuadra). Asómese
a la Ave. Central y tendrá 3 (entre calle19 y 17).
Volvamos
a la ave. 1 y entre calle 17 y 15, es decir baje por Cuesta de Núñez y la vista
se deleitará con la desaparición de viviendas hermosas de San José; sí, usted a diestra y a siniestra, tendrá
oportunidad de deleitar 5 parqueos, uno de ellos en construcción tiene salida
Cuesta de Moras, -esplendor parqueano se llama la estética “Johnnyaraya”- (este
no se lo podemos asignar a su gestión, quizás el permiso se dio después de su
partida; sin embargo, el estilo predomina, formó escuela a la mejor manera de
los maestros renacentistas). El
esplendor parqueano brilla cuando tienen salida a dos avenidas o a calle y
avenida como el que le sigue al citado. El
parqueo Bonanza tiene entrada por calle 11 y salida por ave. 1. En la misma calle 11, entre ave. 1 y
3, tiene otro de un hotel – casino que también tiene salida a la calle 9.
¡Cuadras
completas ocupadas por estacionamiento! Ya
llegamos al Morazán, el
Edificio Metálico, al mejor estilo urbanístico de la “nouvelle vague
arayiana”, está custodiado
por uno que cubre de ave.5
a ave. 7 y al frente lo acompaña uno más discreto de solo media cuadra. La ave. 7 brilla por exponer un nuevo
estilo decorativo, dejan un pedazo de las paredes de la casa que destruyeron,
ahí detrás del Edificio Metálico sólo
quedan unos 25 m de viviendas, corran a verlas porque ahorita las tumban.
Y, así
para no cansarlos o cansarlas con el recorrido, cubrimos de la calle 21 a la
Calle Central y de Avenida Central a la avenida 7 y contamos cuarenta parqueos. Como toda ciudad del mundo requiere
estacionamientos, no
contabilizamos los que son edificios construidos para tal efecto o aquellos
estacionamientos que pertenecen al edificio, por ejemplo, el estacionamiento
del Auto Mercado en San José o la LLacuna.
Se nos
olvidaba, no se entristezca, ese sector le ofrece cinco casinos, no importa que
uno colinde con la Escuela Perú. ¡Sin palabras!
No se
desaliente no crea usted que la belleza urbana impulsada por Johnny Araya se
restringió a ese sector. También
cubrimos un área que va de la ave. 2 a la 8, y un par de cuadras de la ave.
10, y de la calle 17 a la
10, dicho en tico, del Museo Nacional a la iglesia La Merced, hacia el
sur. Por ahí, usted
puede disfrutar con el goce estético de un paisaje urbano que le ofrece 52
parqueos. Reiteramos que no
se toman en cuenta aquellos que forman parte del edificio como el de la CCSS.
Andando
por el Paseo de los Estudiantes, nos dimos cuenta que no hay semáforos
peatonales, dejaron los semáforos para autos. Así, si usted va de norte a sur, sabe
cuándo cruzar, pero de sur a norte, nunca sabe cuándo lo puede
hacer. ¡Coqueteras
del “art-deco” de don Johnny!
La Calle
Central de San José, de la ave. 20 a la ave.2, en tico del Pacífico al Parque
Central, le deleitará con
13 paqueos en ocho cuadras, de nuevo no se cuenta el de la Clínica Bíblica,
construido como edificio para tal efecto.
¿Cómo pasará a la historia este
paisaje urbano del centro de la capital? Los estudiantes de arquitectura podrán
ir a analizar el estilo en su esplendor “in situ”. ¡Todo un desafío para la historia del
arte! Paisaje urbano al
estilo Johnny Araya se llamará el estudio que está por escribirse. ¿Quién encontrará los paradigmas para
descifrar esta estética del esplendor neoliberal? Al mejor estilo de George W. Bush,
primero destruyes y después construyes. Aquí
se destruyó el centro de la capital para convertir el espacio en un parqueo.
Cierto es
que la destrucción de San José no la inició el alcalde de las dos
décadas. La Biblioteca
Nacional no fue destruida
durante su gestión. Pero,
don Johnny Araya hizo de la tormenta un huracán. ¿Con cuánto cariño
recordaríamos los josefinos a don Johnny si hubiera mandado a construir una
réplica de la amada Biblioteca Nacional? ¿O nos hubiera respetado el histórico
Paseo de los Estudiantes?
No vamos
a cansar con más detalles paisajísticos. Revisen el blog
“ La
Herencia del Alcalde” para que vean el estado de los cordones de acera, los
caños y las aceras de la ciudad. El
cuidado de las aceras corresponde al dueño del espacio pero ¿cuál institución
debe velar por el buen estado de las mismas?
Únicamente, queremos recordarles que
la codicia y la ambición del señor Araya lo llevaron a profanar un cementerio.
Y, bueno, después no se quejen, si con un voto cómplice llevan a otro neoliberal al Poder Ejecutivo.
Isabel
Ducca
D. Flora Fernández A.
Nota: en
el blog usted podrá constatar con una fotografía la existencia de los parqueos,
los casinos y los barsuchos.
Tenemos
registro de cada parqueo por calles y avenidas.
De justicia es recordar que le debemos a don Óscar Arias S., durante su primera administración, la
legalización de los casinos.